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Todo el mundo hemos pospuesto cosas bastante importantes en algún momento de nuestra propia vida.

Lo hemos hecho, y sabíamos que eso traería consecuencias desagradables y negativas. Y te preguntarás, ¿Por qué hacemos esto? Pues porque perdemos la motivación.
Posponer algo verdaderamente importante tiene efectos negativos en los resultados que finalmente producimos en nuestra propia vida.
Sin embargo, posponer algunas cosas también tiene otras consecuencias…
 
Cuando procrastinas (o pospones algo), es probable es que tu mente de alguna forma u otra encuentre formas de racionalizar los motivos por los cuales lo haces:
  • “Es que ya estaba cansado”.
  • “Es que surgió un imprevisto”.
  • “Es que mi familia es más importante”.
  • “Es que no puedo ir en contra de mi cuerpo”.
  • etc. etc.
Y esto causa que tu interior, creas que está bien postergar, y por consiguiente te habitúes a eso en lugar de crear buenos hábitos.En otras palabras, creas el hábito negativo de siempre dejar las cosas para lo último y para despues. Tienes la creencia de que vas a vivir siempre, y de que vas a tener un tiempo luego para hacerlo, y quizás sea la última oportunidad que tengas y no lo sepas.

“Luego” Se Convierte En “Nunca”

Dejar las cosas para después no es tan malo, pero NUNCA, eso sí es malo.
Muchas veces cuando no nos sentimos motivados a realizar un cierto trabajo o tarea, creamos un futuro idealizado en el que ya habremos superado el desánimo, el cansancio y el estrés y estaremos listos para empezar dicha tarea.
Sin embargo, rara vez se dan esas condiciones perfectas, y por lo tanto nos quedamos esperando toda nuestra vida.


Te Estresas sin necesidad alguna

A pesar de ser consciente de que dejas para después las cosas, en tu mente esas cosas siempre van a estar allí. Sobre todo cuando postergas sin razón alguna.
Esto genera un estrés en tu interior, y sentimientos negativos que bajan considerablemente tu autoestima. Y por si fuera poco, le da a tu mente montones de cosas en las cuales rayarte y pensar… Te entra más estrés.
Cuando tu mente está llena de ruido y cosas que no son necesarias, es difícil ser productivo y estar motivado ya que la concentración es casi imposible de adquirirla de esa forma. Tienes un caos o desorden y una falta de organización mental que te impide ver las cosas con más claridad.

Pierdes Dinero

Una de las consecuencias más comunes en las personas que postergan y que pocas veces se tiene en cuenta, es el aspecto financiero, que se ve bastantemente afectado.
Te preguntarás el ¿Por qué?
Pues porque muchas de las cosas que naturalmente posponemos, tienen que ver con trabajo, productividad y rendimiento.
Es rara la vez que las personas postergamos los juegos, la diversión, el entretenimiento, y la parte divertida y social.
Entonces finalmente lo que se ve afectado es nuestro aspecto monetario, que de alguna u otra manera sufre cuando lo dejamos abandonado, creyendo que luego estaremos de buenos ánimos para resolverlo.
Está demostrado científicamente que las pérdidas de cada año por procrastinación en empleados son sobre $10,000 dólares (por empleado) y Estados Unidos recibe aproximadamente $500 Millones de dólares por concepto de multas en impuestos pagados tarde. Procrastinar, de bastantes formas te afecta monetariamente.

La Vida No La Disfrutas

Cuando postergas algo, siempre estás pensando en lo que hay que hacer más tarde (luego), y siempre te estás sintiendo mal por no haberlo hecho ya. Esto hace que en las actividades que puedes disfrutar y relajarte, estés estresado y triste.
Lo que obviamente conlleva a que no disfrutes el presente, a que no vivas los momentos que realmente importanten con plena conciencia y a que recuerdes tus experiencias de una manera vacía.
Cuando eres productivo, sabes que tienes todo en orden y cuentas con un mecanismo para llevar a cabo todas las cosas, por lo tanto la responsabilidad está en dicho mecanismo y tú estás libre para disfrutar y vivir la vida.

Menos Tiempo Libre Tienes

Puede parecer que cuando dejas las cosas para luego, de inmediato tienes más tiempo libre para otras cosas, sin embargo, la realidad es totalmente contraria.
Debido a la primera consecuencia: “Habituarse a la procrastinación”, todo el rato postergas cosas, por lo tanto todo el tiempo tienes cosas por hacer que en un pasado postergaste.
Y en vez de tener tiempo libre para lo que sea, lo que tienes es más responsabilidades, sólo que esta vez son tareas atrasadas y posiblemente con una fecha límite muy próxima.
Cuando eres productivo y obtienes resultados rápidos, el tiempo restante lo puedes distribuir como tú quieras y puedes aprovecharlo para divertirte y disfrutar, el entretenimiento o el descanso, justamente como recompensa por tu esfuerzo.

La Conclusión es:

Si bien nuestro objetivo no es convertirnos en máquinas de productividad que dan rendimiento noche y día, es claro que postergar no trae absolutamente nada que sea bueno.
Sin embargo tu mente se ha adaptado con el tiempo a hacerlo automáticamente e incluso hay veces en las que lo haces sin darte cuenta antes, durante y después de la postergación.
Cuando miras atrás y analizas tus logros pasados, es probable que sientas un pequeño vacío al no poder haber llevado a cabo todo lo que te propusiste a hacer, y esto hace que te sientas decepcionad@ contigo mism@ y con tu propia vida.
Lo interesante de todo esto, es que aún con resultados parecidos, cuando eliminas la postergación, te sientes bien contigo mismo porque resuelves todas las consecuencias que te mencioné antes.
La idea, nuevamente, no es exprimirte al máximo para sacarte el jugo y dejarte sin respiración. Por el contrario, la idea es darle a cada cosa su tiempo y que tú puedas quedar con este valioso recurso disponible para aquellas actividades que realmente importan para tu vida.Espero que este interesante artículo te haya proporcionado una nueva reflexión para tu vida.
 

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